Los argumentos de Fernandez y Randazzo
La ocupación de terrenos en el sur porteño por la falta de políticas de vivienda en la ciudad derivó en una discusión por la seguridad. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró ayer que “nunca puede contenerse un reclamo con razón o sin razón con un arma de fuego”, defendiendo la iniciativa de la ministra del área Nilda Garré de no enviar policías armados para enfrentar la protesta social. Así, le contestó también al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que criticó la medida y al ex presidente Eduardo Duhalde, que impulsa más mano dura como base de su campaña electoral. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, acusó a Duhalde de “puntero mediático”.
“Pretendemos seguir como dijimos desde un primer momento, sin sangre, sin heridos y sin muertos. No va a haber contención de protestas sociales con armas de fuego, porque no hay ninguna necesidad”, señaló Fernández defendiendo la política de los gobiernos kirchneristas ante la protesta social. La discusión por las medidas con las que las fuerzas de seguridad deben afrontar la problemática se puso nuevamente sobre la mesa a partir de la insistencia de la intervención violenta por parte de Macri desde la toma de tierras del Parque Indoamericano, sumado a la embestida del ex presidente Eduardo Duhalde para endurecer la intervención policial. Además insistió en que el conflicto en el Club Albariño, de Lugano, “se va a resolver, tal vez con un poquitito más de tiempo, pero sin sangre ni heridos ni muertos, como siempre hemos resuelto todos los problemas”.
“Nunca puede contenerse un reclamo con razón o sin razón con un arma de fuego”, resaltó Fernández en contraste con el reclamo de Macri de “armar” nuevamente a la policía para los operativos de desalojo. En tal sentido recordó que la política de no mandar a oficiales de las fuerzas de seguridad armados a los conflicto había sido tomada por el ex presidente Néstor Kirchner antes de su arribo al Ministerio de Justicia, en 2004. Pero los mayores dardos fueron hacia el ex presidente Eduardo Duhalde –ayer lanzó su candidatura como precandidato presidencial con un fuerte discurso de mano dura–. “Duhalde dice que hay que hacer el uso racional de la fuerza, pero con el uso racional de la fuerza y los gritos de su mujer nos encontramos con dos muertos en el Puente Pueyrredón, que son (Maximiliano) Kosteki y (Darío) Santillán”, dos militantes sociales asesinados por la policía en 2002 durante la gestión del ex mandatario que llegó a la presidencia después de la renuncia del radical Fernando de la Rúa en diciembre de 2001.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, se expresó en la misma línea poniendo el punto en “la casualidad” de haber lanzado su candidatura “justo a nueve años de una de las fechas más trágicas que ha tenido la historia de la Argentina y que le permitió a él ser presidente”. La decisión de Duhalde de apoyar su discurso de campaña en la seguridad frente a un “estado preanárquico y de restablecer el orden” motivaron las denuncias de los funcionarios sobre la posible vinculación del ex gobernador de Buenos Aires en las reacciones de vecinos –entre los que se identificó a varios barrabravas– para echar a los ocupantes en Villa Soldati y Villa Lugano. Randazzo profundizó las denuncias y señaló que había “sectores que pretenden generar inestabilidad, acompañados por punteros políticos y punteros mediáticos como el caso de Duhalde, que es absolutamente funcional a los intereses del Grupo Clarín”.
Fuente: Página 12/ 21 de diciembre de 2010